¡Hola a todos!:D Lo primero de todo quiero disculparme. Llevo sin subir capítulo un montón, pero no hay una razón, sino varias. Desde el primer momento, antes de irme de vacaciones, pensé en llevarme mi ordenador para poder escribir los capítulos y subirlos, pero hubo dos inconvenientes. El primero, la pantalla del ordenador se me rajó al segundo día y me daba cosa usarlo por si se rompía más, al final me resigné y hasta que lo lleve a arreglar, lo usaré, porque no puedo retrasar más la historia...-.-El segundo, estuve en tres camping diferentes y en los dos primeros había wi-fi, iba un poco mal pero haber había, el problema es que casi ni había empezado el capítulo y en el tercero, directamente ni había y me pasaba los días fuera, así que no tuve ni tiempo para sentarme a pensar y escribir algo que me gustase tanto como para dejarlo definitivamente en la historia. Cuando llegué a mi casa, hace seis días, lo primero que hice esa misma noche fue ponerme a escribir, pero no me salía nada. Las ideas están en mi cabeza desde hace mucho, pero no logro expresarme bien y este capítulo va a ser tan importante en la historia, que quiero que quede lo mejor posible y aparte, porque después de tanto tiempo, si es un capítulo malo....en fin, que parece que por fin vuelvo a centrarme desde ayer, así que lo estoy escribiendo y espero poder tenerlo para el lunes, de hecho, prometo que como muy muy tarde, lo subiré el LUNES 3.
Como no escribo esta entrada solo para contaros eso, también es para poneros al día con las novedades de la historia,& aquí están. Primero, he decidido dividir el libro en tres partes. La primera, terminará con el próximo capítulo y con una decisión tomada por Laura que lo cambiará TODO, por lo que tendrá 18 capítulos. La segunda, la contaré en presente, y tendrá aproximadamente 16 capítulos y la tercera, también contada en presente, con epílogo incluido, tendrá 10 capítulos más o menos. Espero que en navidad haya terminada la segunda parte, y en semana santa la tercera y por lo tanto, el libro. Hablar de esto cuando aún queda tanto es un poco tontería, porque luego dios sabe lo que me pasará este año y si podré hacerlo como quiero, pero desde luego, estos son mis propósitos. Y la otra novedad es que habrá muchos más personajes en estas dos partes, espero que os gusten tanto como los actuales. Bueno, ya os dejo.
Un beso & a disfrutar lo poco que nos queda de verano^^
¡Hola! Me llamo Natalia y tengo dieciocho años. Desde hace mucho tiempo mi sueño es llegar a ser escritora. Con seis años escribí mi primera "historia" y desde entonces no he dejado de escribir pequeños relatos. Ahora tengo la posibilidad de hacer este sueño realidad, o por lo menos esa es mi intención. Y ahí está el motivo de este blog, Espero que os guste a todos mi historia. Un beso muy fuerte :)
viernes, 31 de agosto de 2012
viernes, 3 de agosto de 2012
Capítulo 16:)
Así, abrazada a él, tumbada
en un precioso parque y observando las nubes que invadían el cielo azul, me
parecía estar en un sueño. Y realmente si así era mi realidad, soñar no me
servía de nada, jamás superaría este momento a su lado.
-¿En que piensas?-Una amplia
sonrisa se extendió por su cara.
-En que cuando estoy contigo
es como estar en un sueño, y cuando no, tengo que enfrentarme a la “dura”
realidad. Es como si estuviera entre la espada y la pared, entre el sueño y la
realidad.
Me quedé pensando en lo que
acababa de decir, cuando él rompió a reír y me abrazó más fuerte. La verdad es
que sonaba un poco absurdo. ¿Entre el sueño y la realidad? Que tontería.
-¿Y que le pasa a tu
realidad?
-Pues…es agobiante. Quiero
decir, por todo eso de Alistar, Rubén y mi abuelo…Siento que estoy en medio de
una lucha, por decirlo de alguna manera. Confío en Alistar, pero no sé cómo
puedo ayudarle y eso es lo peor. Que él también confía en mí. Y mi abuelo
igual. Y está Meanet, quiero decir Rubén, que no sé que piensa hacer. Y pff, siento que algo falla, que estoy pasando por
alto algo importante…
-No te preocupes. Ya verás
pronto te das cuenta de que es. Y bueno, no sé muy bien de que va todo esto,
pero estoy seguro de que serás capaz de hacerle frente, yo estaré a tu lado
para apoyarte.
Nos incorporamos los dos a la
vez y paso un brazo por mis hombros.
-No te preocupes, ¿vale?
Además, ahora estás conmigo, no pienses en nada más.
-Vale.
-Venga, vámonos. Todavía
queda el sitio sorpresa. –Le miré y sonreí.
-Solo una pregunta, ¿está muy
lejos?
Se rió y me ayudó a
levantarme.
-Bueno, si salimos ahora, en
unas dos horas estaremos ahí.
-¿En serio? No, ¿verdad?
-No, claro que no. Una vez
que salgamos del parque, está a un cuarto de hora, creo. Llevo mucho sin ir.
-Bueno, podría ser peor.
-Pues sí, además estás
conmigo. ¿Eso no mejora algo las cosas?
-Eso las mejora del todo.
Venga, pongámonos en marcha. –
No había dado ni dos pasos
cuando me puso las manos en la cintura y me empujo suavemente contra él. Cuando
nuestros labios se encontraron, como otras tantas veces en ese día, sentí como
un torbellino de felicidad recorría mi cuerpo.
Empezamos a andar y cuando
llegamos a la puerta del parque me tapó
los ojos con un pañuelo.
-¿Y esto?
-Es una sorpresa. No puedes ver
ni por dónde vamos.
-¡Pero no voy a ver nada!
-En eso consiste. No te preocupes, yo seré tu guía.
-De acuerdo…Pero dame la
mano, no me vaya a chocar contra algo, o peor aún, contra alguien.
Nos reímos los dos y noté su
mano aferrada a la mía. La apreté fuerte y empezamos a andar.
-¿Queda mucho? –No tenía
problema en andar, pero con los ojos tapados. ..Me sentía muy incómoda sin
poder ver por donde pisaba, a pesar de tener a Alberto a mi lado guiándome.
-¡Que quejica eres!
-No…es que me resulta raro
andar sin ver por dónde piso.
-No te preocupes. Yo te
llevo, ¿crees que iba a dejar que te chocaras con algo?
-Claro que no, pero es una
sensación extraña. Lo ves todo negro y sabes que no es así, que a tu alrededor
hay farolas, semáforos, gente paseando, carreteras y demás,
-¿Quieres que te vaya
describiendo todo lo que veo?- Al principio creí que lo decía en broma, pero su
tono era serio.
-No, no hace falta. Tampoco
es eso. –Oí como reía y esbocé una sonrisa.
-Vale, Laura. Ahora, cuando
te diga gira hacia tu derecha, ¿vale?
-Vale. –Bajé un poco el ritmo
y extiendí una mano intentando tocar algo. Al momento noté como algo me agarraba, pero antes de que
pudiera gritar o hacer cualquier otra cosa, Alberto me tapó la boca.
-Tranquila. Gira a la
derecha.
Lo hice con cuidado,
tanteando lo que había a mi alrededor. Cuando giré, me cogió de la otra mano y
seguimos andando.
-A partir de aquí todo es en
línea recta. Ya casi estamos.
El resto del camino fue en
silencio. No dejaba de pensar en qué podía ser ese sitio sorpresa. Ni siquiera
tenía una ligera idea. Las adivinanzas nunca fueron lo mío. Seguimos andando durante
diez minutos aproximandamente, en los que intenté adivinar algo por lo que oía
a mi alrededor. Me pareció que nos alejábamos del ruido de la ciudad. Poco a
poco, estábamos dejando a atrás el ruido de la gente y los coches circulando
por las calles.
Sí. Definitivamente, nos
estábamos alejando. Intenté recordar que había a las afueras, pero solo
recordaba la salida que más cerca estaba de mi casa y desde luego, por esa no
podíamos salir. Suspiré y abandoné definitivamente la idea de averiguar a dónde
íbamos antes de llegar. Cerré los ojos y me dejé llevar.
Cuando paramos, Alberto me
quitó la venda de los ojos y tras pestañear varias veces, miré a nuestro alrededor.
Delante nuestra había una gran casa antigua. Las paredes eran beis y el tejado
era de tejas azul oscuro. La puerta era grande y marrón. Tenía en la fachada
principal dos ventanas, las dos con balcón. En la parte de detrás parecía haber
un jardín.
Me giré y miré a Alberto.
-Es la antigua casa de mis
abuelos. Hace unos años de mudaron a un piso, pero no quisieron vender esta.
¿Te gusta?
-Sí, es preciosa. Pero, ¿por
qué me has traído aquí?
-Ahora lo verás. Venga, vamos
a entrar. –Me dio la mano y abrió la puerta con una vieja llave que tenía en su
bolsillo. Entramos y me llevó hasta la cocina-comedor. Era una habitación
grande, con el suelo marrón y las paredes de un blanco roto. Había una única
ventana, por lo que no había demasiada luz en la habitación. Estaban todos los
muebles propios de una cocina y al fondo, una pequeña mesa con dos sillas y una
tele. Fue hasta la nevera y sacó una pequeña cesta de picnic.
-¿Quieres ver el resto de la
casa?
-Sí, si no te importa. Me
gusta mucho. –Me sonrió y me llevó a las distintas habitaciones de esa planta.
Había un baño pequeño, una habitación con una cama de matrimonio y otra más
pequeña, con dos camas y un escritorio. En la planta de arriba había otras dos
habitaciones, la dos que tenían balcón y otro baño, mucho más grande que el
anterior. Sin duda, era una casa preciosa.
-Me encanta.
-¿Sí? De pequeño me gustaba
mucho investigar todas las habitaciones. Me metía debajo de las camas, en los
armarios, iba al jardín y me imaginaba que en algún momento viviría aquí.
Bajó la mirada y antes de que
pudiera decir nada, me cogió de la mano y bajamos para ir al jardín. Era
grande, todo cubierto de césped verde. En una esquina había un pequeño pozo y
en otra un gran pino. En el centro, había una mesita y dos sillas.
-¿Nos sentamos?
-Vale.
Dejó la pequeña cesa de
picnic en la mesita y la abrió. Sacó dos coca-colas, una light y una normal,
dos vasos y unos sándwiches.
-Perdona la comida…No he tenido
tiempo de preparar…-Le corté antes de que pudiera terminar.
-No pasa nada. Es perfecto.
Me encanta este sitio. –No podía pedirle más. Estaba a su lado y eso era todo
lo que quería en ese momento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)