lunes, 17 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 17:) (parte 2)


Cogí el móvil para llamarle, pero antes de que sonara una vez el pitido, colgué. No quería hablar con él así, necesitaba hacerlo en persona. Fui hasta su casa y llamé al telefonillo. Mientras esperaba a que contestaran, miré al cielo y comprobé con sorpresa que ya era noche cerrada. Contemplé la Luna y pensé si en Plutón la podría ver. Hasta eso iba a echar de menos, mirar la Luna por la noche. Siempre me habría transmitido paz. Incluso ahora, conseguía tranquilizarme. La voz de Alberto me devolvió a la realidad.
-¿Quién es?
-¿Alberto? Soy yo, Laura. Por favor ¿puedes bajar un momento? Necesito hablar contigo…-
-Ahora mismo estoy ahí. –Debió de notar algo raro en mi voz, porqué no había pasado ni un minuto y ya estaba en la puerta. Salió del portal y fui directa a abrazarle.
-¿Qué te pasa?-Me envolvió con sus brazos y apoyé la cabeza en su hombro. Por un instante, olvidé todo, y no pude pensar en nada que no fuera él. Me sentía tan bien, tan protegida…Pero en cuando nos separamos y me miró a los ojos, fui perfectamente consciente de que mientras yo estuviera aquí, él más que nadie estaría en peligro., Meanet ya había intentado atacarle una vez.
-Alberto, yo…Yo…
-Espera, vamos a otro sitio. –Me cogió la mano y me llevó a un pequeño parque.  Estaba en una zona en la que no había mucha luz, y la luz de la Luna nos alumbraba débilmente. Nos sentamos en un banco y me puso un brazo sobre los hombros.
-¿Qué te pasa, Laura?-Antes de contestar, pensé en cómo iba a explicárselo, en como iba a decirle que me iba y que quizás hasta dentro de bastante tiempo no volveríamos a vernos. Las lágrimas amenazaron con salir otra vez, pero esta vez me aguanté las ganas de llorar, suspiré y empecé a hablar.
-Verás, Alberto… ¿Tú sabes que Meanet va a por mí no? –Asintió con la cabeza y me animó a continuar.
-Pues…he hablado con Alistar y me ha dicho que…
-¿Qué te ha dicho?
-Que debo irme de aquí. –Me miró confuso y me apresuré a explicarme. –Me voy a Plutón para poder derrotar a Meanet junto con Alistar y otros magos. –Por fin lo había soltado. Debería haberme sentido aliviada pero en lugar de eso,  me di cuenta de que realmente iba a alejarme de él,  por no sé cuánto tiempo y noté que algo me oprimía el pecho cada vez más fuerte. Su brazo se tensó y vi como se levantaba sin darme tiempo a evitarlo. Me levanté al segundo y me puse a su lado.
-¿Porqué? ¿Por qué tienes que irte? Tu sitio está aquí, junto a mí y a tu familia. –Tenía razón y lo sabía, pero no podía abandonar a Alistar así, después de todo.
-Lo sé, pero tienes que entenderlo. Dio un paso y apretó los puños con furia.
-¡No, no lo entiendo! Lo siento…Pero no lo entiendo. ¿Y cuándo vas a volver?-Se me hizo un nudo en la garganta.
-No…No lo sé. Puedo tardar una semana o incluso un año…-No quise decirle que a lo mejor ni volvía. Alistar no me lo había dicho, pero sabía que existía esa posibilidad.
-Un año…-Me acerqué a él y le puse una mano en el hombro. Seguía sin mirarme.
-Alberto… Yo… Lo siento muchísimo. No quiero irme, desearía quedarme aquí contigo, pero sé que no puedo…Si no, os hará daño a todos…Y no pienso permitirlo. -Me cogió la mano y se giró.
 Le miré una vez más. Así, con el pelo revuelto, los ojos brillantes por la emoción y la luz de la Luna, estaba más guapo que nunca. Me acerqué y sin darle tiempo a rechazarme le besé. Sabía que aquello estaba mal, que en apenas unas horas me iría de su lado y ni siquiera sabía si iba a volver. ¿Cómo podía estar pasándonos esto? Nos separamos y me giré para limpiarme las lágrimas. No quería que lo pasara aún peor por mi culpa y si me veía llorando, las cosas no mejorarían.
-No te vayas... Si te quedas aquí te ayudaré a luchar contra él, juntos lo venceremos.- Mis ojos se clavaron en los suyos y rojos e hinchados por las lágrimas, hicieron que el nudo de mi garganta se hiciera aún mayor y no pudiera hablar. Cuando lo conseguí, las palabras salieron en un susurro & no me expliqué como pudo oírlo, pero sin duda lo hizo, porque me contesto, esta vez sin ocultar las lágrimas.
-No me queda más opción, lo sabes...
-¿Y qué pasa conmigo?- ¿Qué pasa con él? Pues que iba a seguir queriéndole igual. Aunque estuviera a miles de millones de kilómetros, le iba a querer igual. No podía ser de otra manera.
-Siempre te voy a querer. Siempre. Estando a diez, veinte, mil kilómetros. ¿No lo entiendes?
-Sí, pero aun así sigo sin querer que te vayas. Te necesito aquí, no lejos de mi lado. -Las lágrimas le empezaron a caer una tras otra, no podía evitarlo. Me abrazó y aspiré su aroma una vez más. Cerré los ojos y apoyé la cabeza en su hombro, como otras tantas veces.
-Te quiero.
-Y yo.
-Siempre, ¿de acuerdo?
-No lo dudes.  

4 comentarios:

  1. Es precioso,de verdad *____* Muero con las últimas frases e.e Yo no quiero que se vaya tampoco D: Jo,quiero más agfgjdha ^^
    ¡Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. muchaas graacias!:D yo tampoco quiero que corten Noah & Pablo jajaja ;)Espero subirlo pronto, ya será la segund aparte seguramente;)

      Eliminar
  2. Me as dejado sin palabras, no me extraña los retrasos. Sin duda el mejor capitulo asta ahora.
    Un beso, Sergio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchaas graacias Sergio!:D Me alegro de que pienses eso, después de tanto tiempo...xD
      Un beeso!

      Eliminar